Espinosa García
Ana Paola
Arte, ¿cuántas veces no hemos escuchado tan singular palabra?, ¿cuántas
obras de arte no hemos contemplado, sin saber si quiera que son arte?
Es difícil poder definir exactamente lo que es el arte, ya que cada
quien tiene su forma de interpretar el mundo y por lo tanto tiene un concepto
distinto para tal palabra.
De un individuo depende definir qué es el arte, pues sin duda todos
consideran que sus trabajos lo son, por lo laboriosos o complicados que suelen
llegar a ser éstos. Oscar Wilde decía que
arte es el modo más intenso de
individualismo que el mundo ha conocido, y esto me parece muy cierto pues
sólo nosotros mismos podemos decidir si una obra o trabajo es arte o no, todo
depende de lo que percibimos y somos capaces de interpretar a través de
nuestras experiencias y conocimientos, o bien simplemente de nuestros gustos y
preferencias.
En tiempos antiguos, las personas solamente consideraban arte a las
habilidades o destrezas para hacer algo, tomando en cuenta las capacidades
mentales y el esfuerzo físico dentro de la misma definición. Sin embargo,
después se separaron en liberales y en mecánicas; las liberales se referían al
uso de la mente y a estas solamente tenían acceso los que estudiaban en la
universidad. Mientras que las mecánicas se referían en su mayoría a oficios
como medicina, arquitectura, servicios militares, etc.
En estas clasificaciones antiguas no se consideraban la escultura, la
pintura o la poesía como artes pues las artes visuales eran muy discriminantes.
A pesar de ello, la lista sobre el arte se ha ido modificando
constantemente agregando y excluyendo ciertas actividades, y hasta hoy no se
tiene muy delimitada esta lista pues actividades que demuestran la expresión
del ser siguen surgiendo cada día.
Sabiendo esto, surge un cuestionamiento muy interesante, ¿de qué nos
sirve el arte en el mundo real?, esto me parece trascendente puesto que tal vez
algunos, ni siquiera le tomen la importancia debida a las obras artísticas que
a diario están dispersas en la ciudad, posiblemente este desinterés sea a causa
del estrés cotidiano y la falta de tiempo o el costo de algunos eventos
artísticos; o simplemente las personas ya no están interesadas en saber lo que
habita en la imaginación de quienes son capaces de expresarse. Pero debemos de
pensar seriamente en esto, pues el arte en definitiva, forma parte de nuestra
cultura, de nuestra filosofía y por lo tanto de nuestro ser, y si somos capaces
de admirarlo como se debe, también seremos capaces de crearlo.
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