Cisneros García Mariana
Si el materialismo dialéctico se ha
considerado tradicionalmente como la expresión "filosófica" del
pensamiento de Marx y Engels, el materialismo histórico, la explicación
materialista de la formación y desarrollo de la sociedad, ha sido presentado
como la expresión científica de su pensamiento. La sociedad y su historia, al
ser concebidas como el resultado de la actividad productiva y práctica, del ser
humano, encuentran en tal actividad un elemento objetivo, material, mensurable,
del que se pueden extraer leyes tan objetivas como las que puede aspirar a
formular cualquier otra ciencia.
Pese a los “importantes avances”
logrados en la educación, que se mencionan constantemente dentro de campañas
falsas, discursos que más que ello parecen obras de teatro dramáticas, así como
también en noticias absurdas que son pagadas por los mismos políticos; se mantienen graves deficiencias
dentro de la misma educación, ya que la calidad es el problema más fuerte y el
que más críticas recibe por parte de la sociedad, debido a una diversidad de
factores que denotan que los contenidos educativos son obsoletos e irrelevantes
para la sociedad actual y futura.
A pesar de que la educación es el
instrumento para preparar los recursos humanos que el desarrollo de México
demanda, los diferentes niveles educativos no reproducen valores que exalten el
trabajo, y ¿a qué se debe esa baja calidad educativa en México?
Retomando en los primeros Diálogos de
Platón, en los que se llaman diálogos socráticos, donde hace revivir a Sócrates
en conversación con sus contemporáneos, este concepto de la educación está
representado por Hipias de Èlida, el hombre universal, capaz de rivalizar con
quien fuere, en cualquier justa del intelecto. 1
Justamente ello es lo que el
gobierno trata de impedir, el que haya profesionistas de calidad que cuenten
con capacidad de crítica, visión y análisis, lo cual es una fuerte arma en
contra del sistema político mexicano y todas las falacias que involucra éste;
por lo tanto el mismo gobierno prefiere derrochar el dinero en fiestas patrias,
campañas políticas bastante caras y en el sueldo de los funcionarios que sólo
se sientan a reírse del gran desastre educativo que hay; en vez de invertir en
planteles educativos y modernizar programas que eleven la calidad de
aprendizaje en todos los niveles así como la capacitación de profesores y la
producción de libros que realmente valgan la pena para sustituir millones
de textos sin imaginación que cargan a través de cada una de sus páginas:
mediocridad.
Como menciona Gilberto Guevara
Niebla en su crítica general del sistema de educación. “Los
daños infligidos a la educación pública nacional por esos arreglos –de la
emisión presupuestal a la hegemonía de los intereses corporativos y las razones
políticas de burocracias y autoridades, no hacen ruido-. A diferencia de la
contaminación ambiental, la inseguridad pública o el problema de la deuda, los
desastres de la educación pública son graduales, discretos, indoloros,
secretos. Pero a la vuelta de los años podemos ver y medir la magnitud de esta
catástrofe silenciosa”2. Es una catástrofe que se refleja
en la baja calidad e irrelevancia de la educación nacional, que no ha sido
capaz de incidir en una menor desigualdad social.
Otra causa de la baja calidad
educativa es que el mismo gobierno, mediante la implicación de recursos
distractores como lo son los medios de comunicación, se encarga de privar de la
libertad a la masas y difundir terror en éstas, con un chupacabras inexistente,
inducir un patriotismo con una selección nefasta, transmitir el conocimiento
cultural a través de “Padrinos mágicos” así como con un aberrante “Padre de
familia” que cae en la vulgaridad y hace nula la posibilidad de retomar lo que
plantea Rousseau al expresar “Asignad a los niños más libertad y menos imperio,
dejadles hacer más por sí mismos y exigir menos de los demás”3. Por
lo tanto encontramos un bajo nivel cultural que en vez de enriquecer los
conocimientos los convierte en deplorables. Todo un circulo vicioso el cual ha
imperado durante muchos años y tan sólo hace que los mexicanos nos conformemos
e inclusive gocemos esta baja calidad educativa que día a día nos hace personas
ignorantes.
Solamente nos queda reflexionar
acerca de la situación en la que nos encontramos y como lo menciona Máximo
Gorki: “¡Tenemos que enseñar a los que se nos montan sobre los hombros y nos
cierran los ojos, que lo vemos todo, que no somos idiotas ni fieras y que no
sólo queremos comer, sino vivir como corresponde a seres humanos!
¡Tenemos que enseñar a los enemigos que la vida de presidiarios que nos han
impuesto, no nos impide medirnos con ellos en inteligencia, e incluso
aventajarlos!... “4
1 Larroyo, Francisco. (1989). Diálogos
de Platón. México: Porrúa.
2 Guevara, Gilberto. (1992). Catástrofe
silenciosa. México: FCE.
3 Rousseau, Jean. (2002). Emilio
o de la educación. México: Porrúa.
4 Gorki, Máximo. (1984). La
madre. México: Porrúa.
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